La humedad (por las lluvias) más la humedad (por el clima) Genera que el árbol de café tienda a sufrir un estrés por tanta agua acumulada, y esto provoca que bote muchas hojas en un proceso conocido como defoliación”, o caída prematura de las hojas.

En ese sentido, “esa defoliación lo que genera es que el hongo de la roya se active aún más después de haber estado expuesto a tanta humedad”

El hongo dispersa miles de esporas que se forman en las manchas de la roya y que son llevadas por el viento, el salpique de la lluvia o en la ropa de las personas y la piel de los animales.   “El contagio de hojas puede ocurrir si no se toman las medidas de prevención necesarias. Una mancha puede causar que las esporas contagien a dos hojas cercanas, luego estas contagiarán a otras más. 

El ciclo se repite hasta que todas las hojas del cafetal estén con la enfermedad. De ahí la importancia de proteger las hojas de los cafetos con fungicidas eficientes y prevenir así que se enfermen”

Se recomiendan que se revisen los cafetos buscando hojas con presencia de lesiones viejas de roya (manchas secas) y se verifique la presencia o no de esporas color naranja alrededor de las manchas de la roya. La medición mensual de la cantidad de la enfermedad en el cafetal es clave para evaluar la calidad de las acciones realizadas para detener su avance.

“De hallar esporas, es momento de iniciar la protección de los cafetos, utilizando un fungicida sistémico para combatirla; como Amistar Extra, Opus o Silvacur   y procurando la mejor cobertura posible. 

El control de la roya requiere una observación constante y aplicar un programa de protección químico para las hojas a lo largo del año”.